Foto de Beselch con sus timples

Beselch Rodríguez es uno de los pocos jóvenes talentos autóctonos que no ha tenido que emigrar para triunfar y desarrollar una innovadora carrera. En pocos años ha logrado situarse entre los grandes del timple y luchar, como el que más, por conseguir que el tradicional  instrumento canario tenga el sitio que le corresponde por mérito propio. En plena gira de su nuevo trabajo Habitat concedió una entrevista para Canarias Cultura que reproducimos en dos partes. Esta que versa sobre su vida y otra, pensada más para profesionales, en las que nos explica todos los secretos de su innovador timple eléctrico.

– ¿Desde que su abuelo desempolvó su viejo timple para regalárselo, como ha sido su formación?

Mi formación ha sido eminentemente autodidacta: mi relación con el timple es simplemente fruto de la más pura casualidad. En mi caso, ese primer timple, efectivamente, estaba “esperándome” en casa de mis abuelos, guardado en un armario y con una cantidad de polvo acumulado considerable. Llegó a mis manos como un regalo tras una Nochebuena con algunos vasos de vino y un ambiente parrandero. Mi abuelo no sabía tocarlo en profundidad, así que tras rasguear algunos acordes y, con el objetivo de que sirviese para algo más que acumular polvo, me lo dio para que hiciese con él lo que me viniese en gana.

Tras ese regalo de lo más típico, comencé a asistir a unas clases orientadas al aprendizaje de instrumentos de cuerda tradicionales (principalmente guitarra y laúd), que se impartían en la sobremesa en el colegio donde estudiaba educación primaria. No eran gran cosa ni seguían una metodología concreta, pero eran el punto de comienzo ideal para que los chavales como yo aprendiéramos lo que nuestros padres querían que aprendiésemos: a rasguear el mínimo de acordes imprescindible para tocar una Isa en las ocasiones que ello lo requiriese.

Algún tiempo más tarde ingresé en la Agrupación Folklórica El Moral y, a base de observar a los componentes de la Agrupación, que tocaban algo más que yo, pues aprendí rápidamente los elementos básicos del folklore de las Islas. Supongo que mi condición de niño facilitó ese proceso (y también el hecho de que era más espabilado que la media). Pronto me di cuenta de que tenía la asombrosa habilidad (para mí lo era, igual que si de un juego se tratase) de interpretar melodías con mi timple de siete trastes con solo escucharlas unas pocas veces, así que, con el aliento de algunos compañeros de Agrupación, formé mi primer grupo junto a dos amigos que tocaban la guitarra y la percusión (nos llamábamos Aineto, por cierto, horroroso nombre). Musicalmente no era una propuesta sólida ni con vistas de madurar, pero el objetivo fundamental del trío se cumplía; hacer un sucedáneo de música y en definitiva, pasarlo bien haciéndola. Además, sin yo saberlo, las poquitas tocatas que hicimos me estaban aportando una experiencia de lo más enriquecedora que sería la base del proyecto que encabecé posteriormente.

En unos años aprendí que si quería consolidar algún tipo de propuesta debía rodearme de músicos con cierto nivel profesional, lo que permitiría resaltar mi labor como timplista. Formé la banda con la que me subo al escenario actualmente.

Durante estos años he tenido la suerte de ver cómo el proyecto crece (a veces no al ritmo al que uno le gustaría), y de cómo surgen nuevas oportunidades y retos de lo más interesantes que, una vez pasados, solo dejan una estela de experiencias positivas. Para conseguir consolidar este proyecto basado en mi nombre y verlo crecer con el paso del tiempo, considero que la constancia y el esfuerzo son dos cualidades indispensables. El fomentar la creación de una imagen de marca basada en la calidad, en el rigor y en la coherencia también los incluyo en este pack de claves de éxito. Por supuesto, pese a que en mi proyecto la figura visible soy yo mismo, no hubiera podido hacerlo crecer sin el apoyo de mi familia, amigos y los músicos tanto que forman parte de mi banda como otros con los que he ido coincidiendo a lo largo del camino. Sin su aportación, muchas veces altruista, materializar grabaciones discográficas, espectáculos y conciertos, entre otros, sería inviable. Mi técnico de sonido y mi mánager, también han participado, claro está, para que todo eso suceda.

– Seguramente fue su espectáculo Mis Padres, Mis Abuelos y Yo el que le catapultó al reconocimiento en las Islas pero ¿que más hitos mantiene en su memoria?

Los hitos del pasado que yo destacaría por haber sido como una línea fronteriza que marca un antes y un después en mi trayectoria musical, son: el Certamen Juventud y Cultura del año 2000 en la modalidad de timple, los circuitos de música INJUVE 2004, el espectáculo Mis Padres, Mis Abuelos y Yo, junto a Troveros de Asieta, Fabiola Socas y Species, mi primer disco, In-diferente, la gira de conciertos de In-diferente que nos llevó a sitios tan dispares como Barcelona o Costa Rica, mi segundo disco, Hábitat, y el espectáculo asociado a este, que presentamos en el Auditorio de Tenerife a finales del año pasado junto a Chago Melián, Elena González, Esther Ovejero, Bis González, Ventor de la Guardia, Ignacio Fernández, Rogelio Botanz y un largo etcétera, y la presentación del timple eléctrico, fruto de mi invención, en el Teatro Guimerá el pasado 30 de mayo. Entre estos proyectos ha habido mucho movimiento, claro está, pero me apetecía destacar estos especialmente.

Foto de Beselch vestido de blanco con su timple al fondo– En la actualidad se encuentra girando Hábitat y presentando su innovador timple eléctrico… ¿Cual será su proyecto futuro?

Para el futuro quisiera primero llevar a cabo un proyecto que tengo en mente desde hace tiempo y que pretende plasmar canciones interpretadas no solo con timple sino con instrumentos parientes del timple (ukeleles, cuatros, charangos, etcétera). Luego quisiera plantear la creación de un trabajo discográfico que gire en torno al timple eléctrico y a su sonoridad.

– ¿Como le afectan los recortes y la situación actual?

Pues supongo que como al resto de compañeros del sector de la cultura, con una disminución en nuestra actividad (principalmente la pública, lo que se refiere a los conciertos). Al disminuir la que, bajo mi punto de vista, considero una de las actividades más importantes que pueda desarrollar un músico – los conciertos -, disminuyen las posibilidades de promoción y expansión del artista y ello dificulta la iniciación de nuevos proyectos dado que es difícil consolidar el actual. De todas maneras, pese a la situación actual puedo presumir de sobrevivir dignamente gracias a la reciente presentación de mi trabajo, Hábitat, y a la serie de conciertos que hemos podido realizar hasta la fecha, poquitos pero resueltos.

– ¿Que opinión le merecen las políticas culturales en Canarias y que propondría?

A toro pasado de los acontecimientos que se han venido sucediendo en el mundo de la cultura en Canarias, de las circunstancias actuales y de lo que acontece cada día, lo que parece evidente es que un modelo sostenido principalmente por la Administración Pública no es viable, porque al caer esta cae todo el sector cual fichas de dominó. Yo considero que, grosso modo, las políticas deberían orientarse hacia lo siguiente:

No a la cultura de la subvención desmedida, sí a la cultura del pago por el trabajo (aunque quizás las subvenciones, punto en el que se han centrado muchos en sus críticas, sea el menor de los problemas)

Sí a iniciativas que comprometan a la empresa privada de las actividades culturales y que se fomente una cultura de aprecio empresarial por la cultura. Disminución de la dependencia con la Administración Pública

Sí al fomento del aprecio popular a la cultura, incluyendo actividades que impulsen la asistencia a las salas, teatros, auditorios u otros espacios donde se programe música

No al sobredimensionamiento de los espacios culturales y sí a una programación estable, de calidad y con recursos en menos espacios. ¿Qué sentido tiene que, entre los núcleos urbanos de Santa Cruz y La Laguna, separados por apenas 10Km., por ejemplo, se ubiquen el Auditorio de Tenerife, el Teatro Guimerá, el TEA, el Teatro Leal y el Paraninfo de la Universidad de La Laguna, todos ellos con manifiestos problemas para programar de forma sólida y ofreciendo pocas o nulas posibilidades de que a los artistas que pasan por sus escenarios se les retribuya como es debido?

Sí al apoyo del artista canario frente al artista foráneo. Curioso me resultó en un país extranjero que se obligase a las productoras que importan productos foráneos a contratar a un artista local para actuar de telonero en pro de la defensa y difusión del producto local.

– ¿Como valora el cambio del mundo analógico al entorno digital en su profesión?

El principal cambio que yo aprecio es la desaparición de los formatos físicos de distribución de música (concretamente, el CD). A día de hoy los hechos demuestran que Internet es la vía de difusión del presente donde los músicos deben abrirse un hueco y difundir sus trabajos. El mecenazgo me parece también una vía muy interesante para la financiación de proyectos pequeños, nuevos o sin un público fijo que permite que el proyecto se desarrolle antes de dar los frutos.

– ¿Como se lleva usted con Internet y las redes sociales?

Internet es el centro difusor de mi actividad musical. Otros medios tradicionales como la prensa o la radio también están ahí disponibles para que los artistas difundamos lo que hacemos, pero Internet (especialmente lo que a las  redes sociales concierne), al concentrar a un elevado número de usuarios sobre las mismas plataformas, permite disminuir el esfuerzo necesario para la promoción del producto a la vez que facilita la adquisición de contactos dentro del sector, precisamente por su factor social donde se permite la interacción entre pares iguales. En mi caso tengo página web – en proceso de actualización –  y perfiles en Facebook – el que más uso -, Twitter, MySpace, LinkedIn y Google+.

 – ¿Que debilidades y fortalezas encuentra en la música de las Islas?

La calidad, la diversidad y nuestro grado de exotismo (por aquello de siete islas en medio del Atlántico) son tres fortalezas que bajo mi punto de vista que pueden ser aprovechadas para la expansión del sector fuera de las fronteras. Las debilidades por el contrario son la alta dependencia del capital de la Administración Pública y el bajo nivel de compromiso de la gente para con los artistas canarios.

– Todo músico que se sube a un escenario tiene anécdotas simpáticas y otras no tanto… ¿Cual destacaría de su trayectoria?

Bueno, escoger una anécdota que resuma mi trayectoria es difícil y estoy seguro de que la que voy a contar no es representativa de ello, pero siempre me acuerdo del día que, tras finalizar el primero de tres conciertos en el país sudamericano de Costa Rica, mi técnico de sonido, dejó caer el timple por accidente y se hizo una grieta en la tapa. No tenía posibilidad de conseguir otro timple en 5000Km. a la redonda, así que le pegué cinta de embalar en la grieta y toqué con él en el resto de conciertos. Vaya susto.

– ¿Qué consejos le daría a una persona que se inicia en el timple hoy?

Que por encima de las opiniones ajenas y de lo que otros crean que debe hacer, haga lo que él o ella crea que debe hacer, lo que le gusta y lo que quiere. Creo que este consejo es extensible a cualquier persona que se inicie en cualquier instrumento.

– ¿Que opinión le merece DAculturayocio.com y que cambiaría?

El formato de DAculturayocio.com es muy limpio y permite la localización y lectura de las noticias acerca del panorama cultural canario con facilidad. Me gusta mucho el calendario de la parte derecha que aglutine una completa agenda de las actividades del sector. En relación a la interacción con redes sociales, es un poco tedioso tener que entrar individualmente a un artículo para poder compartirlo, por ejemplo, en Facebook. Se agradecería que se muestren los botones de “Me gusta” y “Compartir” directamente en el pie de la noticia resumen. Tampoco he podido determinar si existe integración entre el portal y la página de Facebook, pero en cualquier caso, sería interesante que se muestre el Timeline de la página de Facebook en el portal.

Debería tener un añadido social, que permita la interacción de los usuarios con el portal de alguna forma y que no sea simplemente compartir las noticias en Facebook. Una forma fácil de enviar noticias para su posterior valoración y publicación, si procede, también facilitaría que los artistas canarios enviásemos nuestras noticias.

– ¿Alguna sugerencia más?

Aumentar el atractivo de las propuestas que se gestan dentro del sector con el objetivo de que aumente la repercusión entre la sociedad. Establecer contactos con el exterior para que los artistas canarios puedan encontrar en el canal una vía de promoción exterior que permita que gestores extranjeros interesados en el producto local puedan encontrar todas las referencias concentradas en un mismo sitio. Es decir, que no solo sea un canal de un solo sentido de lo que se hace en Canarias dirigido a canarios, sino a la inversa.

Beselch Rodríguez, uno de nuestros grandes creadores, finalizó esta sincera entrevista aceptando ser el primero en participar en una nueva sección de esta canal digital de cultura y ocio. Un espacio pensado para los profesionales del sector y en el que los protagonistas nos contarán cuestiones de tipo técnico. En este caso Beselch nos descubrió todo sobre su timple eléctrico.